Mencionar la palabra Tibet cuando hablo de mis viajes es
como decir que conocí a uno de esos actores increíblemente atractivos, sexy,
tímidos pero no… apuesto mi vida a que muchas veces cuando digo “estuve en el
Tibet” están los que, por un par de segundos, dejan de respirar y sin más dejan
de prestarme atención. No los juzgo, en mi opinión Tibet es el lugar más bello
del mundo.