Un poco me gustan los árboles bonsai.
Sigo pensando que son un poco aburridos, y que si yo tuviera
uno el pobre se moriría a los dos días (después de aaaaaaaños de estar
creciendo fuerte y orientalmente hermoso). Pero ayer, mientras recorría el
parque más importante de Yangzhou me
detuve dos segundos a observar con atención. Sí eran hermosos, sobretodo ese
que rebosaba en flores rosas. Honestamente no sabía que un bonsái podía tener rosas.
![]() |
Bonsái con flores en Slender West Lake, Yangzhou |
A veces desconocemos cosas que están al alcance de nuestro
conocimiento por puro deporte, porque nos gusta ignorar eso que pensamos que no nos es útil en el momento. Y no nos damos cuenta que nos forjamos como ignorantes de cosas que nos
pueden hacer enormemente ricos.
“Wow! Los Chinos y el arte de intentar hacer más hermoso lo
que ya es hermoso” Zora me había arrastrado al aburridísimo museo de bonsái de
Slender West Lake y con demasiada paciencia y dedicación sacaba foto tras foto
de todo bonsái que veía. Y yo que había estado bostezando desde que entramos y
repetía “aburrido” o “qué bonsái más feo” cada vez que caminábamos al lado de una
antiquísima vasija más, me detuve, en seco, al escuchar sus palabras. Fue como cuando uno recuerda que dejó el fuego prendido o
que se olvidó la billetera en la caja del supermercado… solo que se sintió bien.
Sentí sorpresa, culpa y alivio al saber que no era ninguna de estas cosas.
Solo en China, a miles de kilómetros de mi hogar me podía volver a
encontrar con un pedazo de mi misma. Sí, no solo tuve que admitirme a mí misma
que estaba exagerando y lo que veía no era tan aburrido, sino que, además, allí,
frente a los estáticos y poco interesados pequeños arbolitos, me acerqué unos
metros a mi hogar interior. Y sonreí, por primera vez en un par de semanas sonreí con
tanta energía que sentí que me hervían las mejillas. Me di cuenta que estaba
ignorando algo que es hermoso, y haberlo redescubierto lo hacía más hermoso.
![]() |
Lo que más me gustó de Slender West Lake (o a lo que le saqué fotos) |
Slender West Lake es el parque más importante aquí
en Yangzhou. Es uno de los pocos atractivos que la Lonely Planet recuerda de esta ciudad y la entrada cuesta más que ir a la Ciudad Prohibida en
Beijing. Gigante, de hermosas colinas, alfombrado en flores y árboles de bambú.
Callado y muchas veces revoltoso y turístico. Todos aquí han visitado el parque
al menos una o dos veces… pero yo siempre (consciente o inconscientemente)
encontraba algo que me impedía ir.
¿Por qué? Porque no quería arrastrar los pies por los
caminos del parque como los había arrastrado sola por los pasillos del
majestuoso fuerte de Jaipur en India. No necesita una tarde más de selfies y
fotos de paisajes, ni de horas sin abrir la boca para hacer algún chiste o
reírme de alguna estatua monigotesca con ganas.
Honestamente no quería agregar más nada a la lista de los lugares que había visitado...sola.
Pero al adoptar el rol de anfitriona de mis amiga Zora en
Yangzhou no tardé mucho en decir “Tenemos que ir a Slender West Lake”. Mi amiga
Sarah, a quién no veía hace mucho porque estaba de viaje también le parecía una
buena idea. Y mi nuevo amigo Benni no se oponía.
Si ven las fotos de ese día espero que puedan ver más allá
de las flores y los caminos. Espero que vean lo mismo que veo yo, que es mucho
más hermoso.
Yo veo gente. Veo a mí gente. Y me veo a mí sonriendo en
cada una de esas imágenes.
Cuando me mudé a China nunca pensé que hacer amistades me
iba a resultar tan difícil. Simplemente el temperamento y personalidad de la gente
que me rodea es tan distintos a los míos que, a que al final del día, puedo
compartir muy pocas cosas y hasta a veces me da vergüenza hacerlo. Tengo miedo
de que me juzguen, de que no me acompañen, de que no se rían, de que me crean
débil. Y bueno, me volví ultra independiente, saboreando la soledad en muchos
momentos y padeciendo la soledad hasta sentirla en los huesos en muchos otros.
Todo esto es parte de una experiencia que me hace más yo todos los días, no me
arrepiento de nada.
Pero para alguien como yo, Argentina hasta en el par de
zapatos chinos que me compré la semana pasaba, que le gusta abrazar y tocar hombros, sentir la cercanía, hablar
de CUALQUIER cosa que tenga que hablar y en cualquier lugar, escuchar CUALQUIER cosa que se tenga
que decir en cualquier lugar, aconsejar y cuidar de mi gente… se me hace MUUUUUUY DIFÍCIL.
En el transcurso de las últimas semanas me sentí tan falta
de todo eso que necesito que no quería volver a casa para no estar sola. Busqué
hacer cosas que no hago usualmente, ni me gusta hacer, con un solo objetivo:
estar con gente. Ayudé a pintar la escuela, fui a cenas con gente con la que no
comparto casi nada, fui a clases de yoga que no me gustan, transpiré hasta no
poder respirar en clases de spinning que no me gustan, intenté hablar en chino
con gente que probablemente no haya entendido nada…
No estén tristes por mí. Todo lo contrario, escuchen con más
atención. Siento que extrañar a mis amigos, a mi familia, y a Zora (porque vive lejos de Yangzhou) y a Sarah (porque está mucho tiempo de viaje) es algo preciado. Extrañar se vuelve una oportunidad para atesorar, apreciar algo que quizás ignoraba o daba por sentado. Darme cuenta de lo fanática que soy del efecto, del querer, del cuidar y del extrañar amistades y personas de infinito valor me hace sonreír.
Compartir no sólo conmigo misma, sino con los que están lejos (y más cerca de lo que a veces siento) hace de este viaje algo único, que de lo contrario no sería más que una seguidilla de visitas a simples parques.
Te entiendo tanto... Eso que yo yendo a Inglaterra desde España..., comparado con lo tuyo casi casi fue como ir al pueblo de al lado. Pero sí: estaba harta de estar sola, echaba de menos tener allí a mi novio (o algún amigo/a de verdad), también me apunté a hacer algunas cosas que realmente no me apetecían tan solo porque necesitaba gente a mi alrededor, compañía. Aunque también es verdad que esos diez meses que pasé fuera los necesitaba y me sentaron muy bien, como un buen chute de adrenalina.
ResponderEliminarEn su momento también yo escribí un post contando cómo me sentía: http://musaranhasyotrascosas.blogspot.com.es/2013/04/soledad.html
Acabo de leerlo! Te pasó lo mismo, mujer! Bueno, me hace sentir un poco mejor. Y coincido con tus palabras...
EliminarChofi! Si hay algo que me encanta es que cada vez que entro a tu blog es como si te escuchara contar todas las historias jajaja Te quiero amiga!
ResponderEliminarYo también! las extraño mucho!
Eliminar